lunes, 30 de mayo de 2011

Embarazo luego de ligadura de trompas

La ligadura de las trompas de Falopio es uno de los métodos de planificación familiar definitivos, más comúnmente utilizados.  Existen varias técnicas para realizarla: cortando las trompas, ligándolas con anillo plásticos o con material de sutura y sellándolas con el uso de energía.  Con todas ellas se busca generar una obstrucción de las trompas de Falopio, que impide que el óvulos y el espermatozoide lleguen a juntarse para dar origen a la formación de un embrión y finalmente de un embarazo.
A pesar de que la ligadura de trompas se considera un método “definitivo,” una gran cantidad de mujeres y/o parejas cambian de opinión y deciden buscar un nuevo embarazo luego de haberse sometido a este procedimiento. Afortunadamente existen buenas opciones para poder sobreponerse a este obstáculo y llegar al embarazo: la reconstrucción de las trompas (reanastomosis tubárica) y la fertilización in vitro.
La reconstrucción de la trompas de Falopio por medio de cirugía es un método efectivo.  Esta puede lograrse por medio de cirugía abierta, con una incisión similar a la que se utiliza para realizar una cesárea, o por cirugía laparoscópica, la cual se realiza mediante pequeñas incisiones de 5 mms en el abdomen para la introducción de pinzas de cirugía y un lente, que se conecta a una pantalla de video, permitiendo ver y manipular los órganos en el interior de la pelvis.  En manos de personal especializado y con buen entrenamiento, la posibilidad de que las trompas queden permeables y funcionales de nuevo es de aproximadamente un 50 a 60%.  Si esto se logra, el chance de obtener un embarazo espontáneamente es muy bueno.  En ocasiones las trompas no recuperan una buena funcionalidad y/o permanecen obstruidas a pesar del intento de reconstrucción.  Esto sucede generalmente cuando se encuentran muy deterioradas como consecuencia de la técnica utilizada para la ligadura, en la cual se ha resecado o cauterizado una larga porción de la trompa.  Es de anotar que luego de la reconstrucción tubárica, hay un aumento del riesgo de tener un embarazo ectópico (embarazo por fuera de la cavidad del útero) en la trompa, debido a que pueden presentarse estrecheces en el conducto o alteraciones que afecten el transporte adecuado del embrión en su recorrido normal por la trompa de Falpio, como consecuencia del proceso de cicatrización.
La segunda opción para obtener un embarazo en presencia de trompas previamente ligadas es la fertilización in vitro.  Esta técnica fue desarrollada en los años 70 específicamente para mujeres con infertilidad causada por obstrucción de sus trompas de Falopio.  En condiciones normales luego de que el ovario libera el óvulo (ovulación), la trompa de Falopio lo captura y el espermatozoide, depositado en la vagina, ingresa al útero, luego a la trompa y nada hasta el extremo de esta, donde se encuentra con el óvulo, el cual fertiliza para formar el embrión.  Este último, una vez formado, es transportado por la trompa hasta llevarlo al útero.  En la fertilización in vitro, los óvulos son extraídos del ovario por medio de una aguja que ingresa por la vagina, atravesando su pared para llegar directamente al ovario.  Luego son rodeados por espermatozoides en el laboratorio para permitir que se de la fecundación y la formación de los embriones, que son luego depositados en la cavidad uterina, ingresando por vía vaginal, nuevamente.  De esta manera no se requiere en ningún momento unas trompas permeables o funcionales.  Por lo general cada intento de fertilización in vitro puede dar una posibilidad de embarazo de aproximadamente 45%.
La fertilización in vitro se considera una mejor opción en mujeres con ligadura de trompas, que tienen 35 años o más, en las cuales no hay mucho tiempo para llegar al embarazo, pues ya se empieza a comprometer su potencial fértil por una disminución en el número y calidad de sus óvulos.  También puede ser una mejor opción en casos en que se haya utilizado una técnica muy destructiva para la ligadura tubárica o en parejas con otras causas asociadas de infertilidad.  Por lo contrario la reconstrucción quirúrgica de las trompas puede ser una mejor opción en mujeres menores de 35 años sin ningún otro trastorno reproductivo.
En conclusión hay mucho para ofrecer a las mujeres con ligadura de trompas que han cambiado de opinión y desean un nuevo embarazo. Definitivamente tienen un buen chance de ser madres nuevamente.

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